Por Juan Tomás Valenzuela
No se si es cosa de Dios
o son conjeturas mías,
pero en la Cancillería
el COVID acabó con tó.
Miguel Vargas se jodió,
lo mismo le pasó a un hijo,
y según alguien me dijo
que escuchó en algún lugar,
ya también Peggy Cabral
tá en el mismo revoltijo.
Al hijo de Casanova,
según dijo este maleante,
se lo transmitió un “amante”
al que le dicen “la loba”.
Barrieron como una escoba
en el can de Punta Cana,
aquella boda profana
en donde los ricachones,
desbordaron sus pasiones
como se les vino en gana.
Dicen también que Angelita,
aunque no está confirmado,
está sintiendo un resfriado
y es porque cobró colita.
Presumen que la “maidita”,
viviendo la vida loca,
logró pasarse de copas
en la fiesta mencionada,
y no quedó embaraza…
porque Miguel tába en Moca.
Del entorno de Miguel
y su banda de proscritos,
ni an tan siquiera Fiquito
se salva de Lucifer.
Ya se jodió el Canciller
y ojalá que Dios se apiade.
Y si alguien no persuade
a este ungido mala gente,
no duden que el mal de oriente,
a él mismito lo degrade.
Juan de los Palotes
23 marzo 2020